Aquello que nos manipula sólo existe dentro de nosotros mismos. Nuestros miedos y nuestros deseos sólo existen en la medida en que nosotros les permitimos que existan. La liberación no consiste en una supuesta lucha contra un enemigo exterior, sino en una guerra implacable contra nuestro propio enemigo interior, que es la quinta columna con la que ese enemigo exterior pretende determinar nuestra voluntad:
"Si un pan para dos días y un poco de agua fresca
es lo que basta a un hombre
¿Por qué debe servir a quien es igual que él
y hasta del inferior sufrir órdenes"
Ommar Jayyam, Rubayat, Persia, s. XI.